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Una educación diferente para un mundo en cambio permanente

Decálogo para una educación del siglo XXI

1. El sistema educativo necesita una reforma a gran escala. No basta con parchear el sistema que tenemos, es preciso transformarlo.

2. El sistema educativo actual promueve la pasividad: te sientas y un profesor te explica qué respuestas debes aprender. Y necesitamos ciudadanos proactivos, capaces de cambiar la realidad, que tengan empuje para proyectar, emprender, hacer.

3. Hay muchas maneras de ser inteligente y la escuela sólo acepta la inteligencia académica universitaria. Pero el razonamiento matemático y verbal solo son dos formas concretas de inteligencia, entre otras muchas. Todas las inteligencias son diferentes, es tan singular como la huella dactilar.

4. La tecnología que con más urgencia necesitamos desarrollar está dentro de nuestras cabezas. Tenemos que educar a las nuevas generaciones de una forma más sofisticada: no se trata de aprender las respuestas correctas a los contenidos del currículo. Tenemos que acabar con la dictadura de los currículos y los contenidos que desprecia cosas más prioritarias como las capacidades y competencias: la capacidad para innovar, el empuje para diseñar y echar a andar proyectos, la tolerancia al fracaso de los proyectos, observar, identificar problemas y darles soluciones diferentes, capacidad para emprender y correr riesgos, comunicar y convencer, adaptarse a entornos cambiantes, desarrollar el talento para automotivarse, capacidad para aplicar los conocimientos, para liderar proyectos,…Además los contenidos concretos se olvidan pero las competencias y el aprendizaje profundo no.

6. Si desarrollas competencias generales, aunque el mundo se vuelva al revés, siempre encontrarás la manera de utilizar esas capacidades básicas. Por el contario, si basas tu educación en el currículo, en aprender contenidos concretos, lo tendrás más difícil para adaptarte a situaciones nuevas o impredecible.

7. Céntrate en lo que te apasiona, en lo que te entusiasma, estarás más motivado y tu aprendizaje será más profundo. Cuando estás en tu “elemento” desarrollas más talento práctico, eres más creativo e innovador y puedes idear oportunidades que antes no existían. Además, tu nivel de compromiso y constancia será mayor por una razón: recibes más energía de la que gastas y siempre tienes las baterías llenas.

8. Los profesores debemos entender “quiénes son” nuestros estudiantes ydescubrir sus potencialidades. Nuestro objetivo principal será ayudarles a planificar una buena ruta que desarrolle sus capacidades, a elaborar proyectos, enseñarles a preguntarse cuáles son sus intereses, sueños y talentos, a averiguar de qué mundo laboral quieren formar parte en el futuro. Se trata de empujar a los estudiantes a descubrir su potencialidades, cómo (y dónde) deberían cultivarlas, abrirles la mente para que descubran y creen las mejores portunidades, planificar los pasos necesarios para lograrlas y convencerlos de lo que pueden llegar a conseguir. 

9. La forma más elevada de inteligencia es pensar de manera creativa, es idear oportunidades nuevas. La imaginación y la creatividad es lo que nos ha traido de las cavernas a las ciudades, de la carroña a la cocina, del hacha de sílice al AVE. Es la base de todo lo que es característicamente humano. Entonces, ¿cómo es posible que nuestro sistema educativo no dedique ni un solo minuto a algo tan esencial como la creatividad?

10. La gente cree que la creatividad no se puede aprender. Pero la creatividad, como la capacidad de escribir o leer, se aprende y se desarrolla. Todos podemos aprender a ser creativos si trabajamos y premiamos las cualidades creativas. Todos ganamos siendo creativos: mecánicos, panaderos, administrativos, carpinteros, ganaderos, profesores si son creativos idearán mejores opciones, procedimientos, que añadirán valor a su trabajo y al bienestar de la gente.

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