El ineficaz sistema de selección de profesorado

¿Qué es más importante: seleccionar el personal docente de las próximas décadas o dirigir un centro educativo? ¿Cuál de las dos funciones tiene más transcendencia y mayor efecto multiplicador en la calidad del sistema educativo?

La respuesta es casi inmediata... seleccionar el personal docente de las próximas 3 decadas: ninguna duda, porque afecta a todos los estudiantes de forma más directa y durante mucho más tiempo.

Para ser director de centro escolar te exigen una formación extra y varios años de experiencia; para participar en un tribunal de oposición no, aunque en tus manos esté la responsabilidad de elegir los profesores que educarán a las generaciones de los próximos 35 años.  

Seleccionar profesores es una tarea extremadamente compleja: tienes que dominar conceptos muy alejados del día a día docente como qué necesitará la sociedad y la economía en el futuro, cuáles son las cualidades de profesor del siglo XXI y cómo evaluarlas, si los candidatos saben motivar, innovar o diseñar entornos de aprendizaje, qué perfil sicológico y emocional debe tener un candidato a profesor.…

Y los tribunales no son especialistas en estos temas. Parece claro que docentes elegidos tendrán el mismo perfil y características que los profesores actuales: los nuevos profes replicarán el sistema actual, que los especialistas califican de desfasado y poco útil.  El sistema educativo, muy complejo y con gran necesidad de adaptación a lo cambios sociales y económicos, selecciona personal para "no cambiar".

Y para colmo las pruebas de las oposiciones son, por decirlo suavemente, manifiestamente mejorables.

Los especialistas en educación aseguran que la enseñanza ya no debe ser memorística, que no debe estar basada en contenidos sino en el desarrollo de competencias. No obstante, las pruebas de oposición van justo en en dirección opuesta: para desarrollar un tema, solo necesitas recordar un montón de contenidos: no tienes que demostrar que sabes motivar, que tienes creatividad para resolver situaciones reales de aprendizaje, que sabes orientar o seducir a tus alumnos con buenas preguntas o que conoces cómo plantear y sugerir buenos proyectos. Básicamente las pruebas evaluarán tu memoria.

Si ya hay un acuerdo entre especialistas en educación en que las clases magistrales ya no tienen sentido, ¿por qué las pruebas para discriminar quien será o no profesor en los proximos decenios consisten en "exposiciones académico/magistrales"?

Y no es que a estas alturas no se sepa cómo hacer la selección del profesorado: Finlandia, lo lleva haciendo años, sólo hay que copiar el método.